Mantener una adecuada higiene y cuidado de los juguetes sexuales es esencial para evitar infecciones, irritaciones y prolongar su vida útil. Antes y después de cada uso, es fundamental lavar los juguetes con agua tibia y jabón neutro sin perfumes ni químicos agresivos. Los limpiadores específicos diseñados para juguetes eróticos son otra excelente opción de limpieza.
Es importante tener en cuenta el material del juguete a la hora de limpiarlo. Los juguetes de silicona, vidrio y metal pueden hervirse brevemente para esterilizarlos. Los de plástico rígido se lavan con agua, jabón o limpiador específico. Sin embargo, los materiales porosos como ciberskin o gel requieren un mayor cuidado, ya que es difícil lograr una limpieza profunda, por lo que se recomienda usar preservativos con estos.
Después de limpiar, es crucial secar muy bien los juguetes antes de guardarlos, evitando toallas que suelten pelusa. La mejor opción es almacenarlos en bolsas de algodón limpias y secas, separados unos de otros, en un lugar fresco, seco y alejado de la luz solar directa.
Otras recomendaciones importantes incluyen no compartir juguetes porosos sin preservativo, evitar lubricantes a base de aceite o silicona, retirar las pilas o baterías si no se utilizarán por un tiempo prolongado y leer atentamente las instrucciones y advertencias del fabricante para cada juguete en particular.
Seguir estas pautas de limpieza y cuidado garantizará una experiencia segura e higiénica, prolongando la vida útil de los juguetes sexuales y evitando problemas de salud. La higiene es fundamental cuando se trata de juguetes íntimos, por lo que nunca se debe descuidar este aspecto.

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