Los
Mito 1: Los
La verdad es que muchas parejas felices y satisfechas incorporan
Mito 2: El uso frecuente de
Con un uso moderado y adecuado, es poco probable que el uso de juguetes cause una pérdida de sensibilidad permanente. Si experimentas adormecimiento temporal, simplemente toma un descanso y alterna las áreas estimuladas. En caso de que persista una falta de sensibilidad inusual, es mejor consultar con un médico para descartar cualquier problema.
Mito 3: Los
Los juguetes son una adición y complemento, no un sustituto para la intimidad y conexión con una pareja. Muchas personas disfrutan usarlos como parte de los juegos previos o para incrementar el placer mutuo durante las relaciones. Otros los prefieren para la masturbación y autoexploración como parte de su sexualidad individual. Cada persona y pareja puede encontrar la manera en que los juguetes encajan mejor en su vida sexual.
Mito 4: Los juguetes sexuales son peligrosos o antihigiénicos
Mientras se usen según las instrucciones y se limpien de manera regular, la gran mayoría de los juguetes sexuales disponibles comercialmente son seguros. Lo mejor es optar por juguetes hechos de materiales no porosos como silicona médica, vidrio o acero inoxidable. Evita compartir juguetes sin usar condones, y asegúrate de limpiarlos bien con agua y jabón antibacterial diseñado para juguetes antes y después de cada uso.
Mito 5: Sólo cierto tipo de personas usan juguetes sexuales
La realidad es que personas de todas las edades, géneros, orientaciones y niveles de experiencia pueden disfrutar y beneficiarse del uso de juguetes sexuales. Un estudio extenso realizado por la Universidad de Indiana encontró que el 53% de las mujeres y 45% de los hombres entre 18-65 años han usado vibradores alguna vez. No hay un «tipo» de persona que use juguetes, es simplemente una cuestión de preferencias personales.
En conclusión, esperamos que este artículo haya ayudado a aclarar algunos de los conceptos erróneos más comunes sobre los juguetes sexuales. Lo más importante es informarse de fuentes confiables, comunicarse con honestidad con las parejas sexuales, y explorar lo que te haga sentir bien de una manera segura, consensuada y libre de vergüenza. Recuerda que organizaciones de salud sexual como Planned Parenthood siempre están disponibles para proveer información experta y confidencial.
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